miércoles, 7 de mayo de 2014

Danzas de la Región Andina


Entre las danzas típicas de del Interior de Colombia se encuentran el Bambuco, el Pasillo, el San juanero, la Caña, el San juanito, el Sotareño.


Bambuco:

Ritmo característico de la zona andina colombiana, cuyo origen se ha localizado en el departamento del Cauca, a mediados del siglo XVIII, en el ambiento de los esclavos traídos de África. El bambuco viejo, que hoy se toca y se baila en el litoral Pacífico, es una supervivencia de él. Desde fines del siglo XIX, por efecto de la labor reformadora de Pedro Morales Pino, el bambuco asumió el metro de 3 por 4, que hoy es el preferido por muchos compositores. Con el correr del tiempo, el bambuco fue adquiriendo peculiaridades propias de cada región: en el Huila es por ejemplo el rajaleña, en Nariño la guaneña o el son sureño y en Antioquia es el compromiso de dos voces recias con estilo propio. Es la danza de mayor dispersión en el país y por lo tanto en una época se consideró como la más representativa de lo colombiano.


Pasillo:

Nació a mediados del siglo XIX en la atmósfera galante del vals del cual se derivó. El pasillo se bailaba en campos y ciudades y no podía faltar en el repertorio de las bandas de música. El pasillo popular tiene tres partes: una introducción que se repite; una segunda parte en la cual la melodía adquiere pleno desarrollo y una tercera que es conclusiva y suele repetirse en la ejecución.



San Juanero y Rajaleña:

Se considera como Bambuco y se reviste de movimientos un tanto teatrales, que se encuentran en el énfasis dado al vuelo de las faldas, la excesiva flexión de los pies al dar el "salto" al estilo can-can por parte de las mujeres, la realzada expresión de esas en busca de figuración escénica y actitudes no tradicionales que los hombres hacen con el sombrero. Influencia rítmica de la zona de los llanos orientales y se presenta en la región ganadera del Tolima y Huila se celebran de San Juan y San Pedro.


Danzas de la Región Caribe

Algunos de los bailes típicos de la región norte de colombia son: Bullerengue, Ciempiés, Cumbia, Diablos y espejos, Farotas, Gaita, Garabato, Pilandera, Sere sese, Mapale.

Bullerengue:

Esta danza típica colombiana es efectuada sólo por mujeres. Es quizás uno de los bailes en los cuales se destaca con mayor fuerza la ascendencia africana. Ésta se pone en evidencia en los tambores, el palmoteo y el canto coral que acompaña su ejecución. Al parecer, surgió como una reacción cultural dentro del contexto ceremonial de las comunidades cimarronas, probablemente en el Palenque de San Basilio. En esencia es una danza ritual que se realiza de manera especial cuando las jóvenes llegan a la pubertad. El bullerengue simboliza la fecundidad femenina, aunque no se descarta que también en tiempos coloniales haya tenido connotaciones fúnebres.

Cumbia:

Este baile típico es considerado uno de los más representativos del folklor colombiano. Al parecer, la cumbia surgió durante la colonia en Cartagena con ocasión de las fiestas de La Candelaria, celebradas por los esclavistas españoles el 2 de febrero, junto al cerro de La Popa. Rápidamente se dispersó por otros lugares del litoral Caribe y conquistó las riberas del río Magdalena y el norte de Antioquia. Hoy en día se considera la danza más importante de la costa norte de Colombia.
En sus orígenes, la cumbia es de ascendencia africana; en ella se distinguen atributos de una ceremonia erótica que la acredita como una danza ritual. Con el transcurrir del tiempo, y por la constante interacción con la población indígena, esta danza sagrada se adaptó a espacios profanos, incorporándose así a todas las festividades de la región.

Farotas:

Es una danza satírica de Carnaval de origen colonial, que se conserva en Talaigua y en varios pueblos de la depresión momposina. Versiones recientes contradicen la versión original que hacía referencia a la manera como los hombres decidieron protestar, disfrazándose de mujeres, por la forma como estas se entregaban al amor de los españoles a cambio de regalos. Los danzantes son 17 en total y uno de ellos hace el papel de mamá alcahueta o celestina, pues la sátira no está dirigida al colonizador, sino a sus propias mujeres, que despreciaban a los indígenas por el hombre español.

Garabato:

La danza del garabato representa la lucha del bien y el mal, de la vida y la muerte. La muerte, personaje central, entra en escena y con su guadaña va eliminando uno por uno a los danzantes, hasta que al final la fuerza del espíritu carnavalero la derrota, pues todos resucitan y continúan bailando. Tiene posible vestigios agrarios por la utilización del “garabato” que utilizan los campesinos en el desmonte. Observa casi las mismas características coreográficas y jerárquicas de las danzas de congo, diferenciándose en el vestuario del hombre que no, lleva turbante y tampoco lleva la comparsa de animales con sus máscaras.

El Mapalé:

Baile de marcada ascendencia africana propio del litoral Caribe. Fue introducido en tiempos pretéritos a lo largo de las orillas del río Magdalena por pescadores de un teleósteo denominado mapalé. En sus orígenes fue una danza de labor ejecutada en las noches y amenizada con toques de tambores yamaró y quitambre, las palmas de las manos y el canto. Con posterioridad se produjo una transformación de su temática, atribuyéndole un énfasis de regocijo con carácter sexual y asignándole la evolución frenética que hoy presenta. La coreografía actual mantiene rasgos de su esencia africana en la parafernalia, tanto en el vestuario, que es en extremo sencillo, como en la presencia del machete, instrumento de trabajo utilizado para el procesamiento del pescado.



martes, 6 de mayo de 2014

Danzas de la Costa Pacífica

Algunas de las danzas mas conocidas de la región pacífica colombiana son: Abozao, Andarele, Bambazú, Bonifacia, Buluca, Bunde, Caderona, Currulao, Guayabita, Jota Careada, Jota Redonda, Manteca, Mazurka, Moña, Paula, Pilón, Pizón, Punto, Pasillo negro. Todas estas son también interpretadas por el Grupo de danzas colombianas Jocayc.

Abozao:

Danza y ritmo típico de la región del Chocó, se origina en la cuenca del río Atrato, subregión del Chocó, al occidente de Colombia, como expresión danzaria preferencialmente instrumental, y hace parte del repertorio festivo cuya ejecución se hace con Chirimía. La coreografía se plantea como un juego de incitaciones mutuas entre el hombre y la mujer, en cada pareja, terminando con un careo de acento erótico. El ritmo fuerte y variado de 2x4, revela su ascendiente africano.

Bunde:


Danza religiosa que se ofrece a los santos cuya coreografía difiere del currulao a pesar de ser interpretado por los mismos instrumentos.

Como ritmo musical esta muy extendido entre las comunidades afrocolombianas del litoral Pacífico, con un posible ascendiente en Sierra Leona (África). Tiene carácter de canción lúdica y difiere, en grado menor, de la forma de canto empleado en los velorios de los niños. En este sentido es una expresión de los ritos fúnebres y, a la vez, una forma de canto inserto en el ámbito de las rondas y juegos infantiles que ejecutan los chiquillos en el patio de la casa mientras los adultos se ocupan del rito mortuorio propiamente dicho.



Currulao:


Es la danza patrón de las comunidades afrocolombianas del litoral Pacífico. Presenta características que sintetizan las herencias africanas de los esclavizados traídos en la época colonial para las labores de minería adelantadas en las cuencas de los ríos del occidente del territorio. En la ejecución del currulao es posible aún observar características propias de un rito sacramental impregnado de fuerza ancestral y de contenido mágico.

El currulao es un baile de pareja suelta, de temática amorosa y de naturaleza ritual. Los movimientos de los danzarines son ágiles y vigorosos; en el hombre adquieren por momentos una gran fuerza, sin desmedro de la armonía.


La Jota:


Siendo la "Jota" un baile muy popular en las provincias españolas de Aragón y Valencia, quedó muy poco de ella al convertirse en un ritmo criollo de sabor negroide. Del ritmo vivo y fiestero de la "jota aragonés", se pasó a un ritmo emparentado con el toque del currulao. En ella la melodía pierde casi todo el relieve sonoro y el "canto" propiamente dicho, transformándose en una secuencia para ser bailada con pleno dominio de los tambores.




Mazurca:

Ritmo, canto y danza del litoral pacífico, cuyo origen se remonta a las fiestas de los esclavos en época colonial, con un marco coreográfico de especial relieve por la sofisticación y elegancia con que se ejecuta la danza. Se acompaña de de marimba de chonta, cununos (macho y hembra), bombo y guasas instrumentos estos últimos interpretados por las mujeres quienes a su vez hacen la parte cantada. La música y los coros tienen tienen un cierto tono de lamento. Los pasos y desplazamientos de la danza constituyen un juego amoroso manifestado por el pañuelo que portan los bailarines.

El Pizón:

Ritmo que pertenece al repertorio tradicional del Litoral Pacífico sur, que toma el ritmo del currulao y la juga, pero dando un verdadero canto de laboreo. Esta danza es una verdadera reivindicación del campesino, quien después de una ardua labor, y al caer la noche expresa su sentir, combinando en forma melodiosa música, voces y movimientos.